Bueno, finalmente El Conde, Jordi Arnau, ya está en casa, bueno, en casa de su hermano en el Maresme.
Llegó con una maleta que pesaba un huevo, pero, lo que si pesa y mucho, es el disco duro que tiene en su cabeza para explicar todas las experiencias de su viaje (no sé como definirlo) y más las muchas fotos, videos y demás que nos ha traído… si escribe un libro, puede llegar a ser una enciclopedia.
Imaginaros como es Jordi, que después de haber trazado la tira de kilómetros, haber llegado de un largo viaje en avión, ayer le propusieron que acompañase a los participantes de la Riders 1000 y no dijo que no.
Bravo Jordi nos lo tienes que contar, si acaso, a plazos.