Curiosidades del Cerrato
3 abril 2026 @ 08:00 - 5 abril 2026 @ 17:00
Gratuito
EL ENTORNO:
El recorrido se desarrolla por la comarca natural del Cerrato, su nombre viene del latín zerrato, cuyo significado es “tierra ondulada dominada por cerros” que es lo que efectivamente es, una sucesión de cerros con anchos y suaves valles con grandes planicies en lo alto. Esta comarca se asienta sobre tierras de las provincias de Burgos, Valladolid y, sobre todo, Palencia.
Recorrer el Cerrato es algo difícil de describir porque es una zona que cambia constantemente. Cambia en cada estación, cambia en cada valle, cambia en cada curva, cambia en cada pueblo.
Pero vayamos al grano, la primera parada serán las minas de yeso de Hornillos de Cerrato.
Puede que ya existieran desde la antigüedad y que los hornos de cocción del yeso dieran nombre a la localidad, pero, lo que es seguro es que desde 1914 existió una explotación de yeso en estos cerros, aunque esta actividad cesó en 1988 dejando decenas y decenas de bocas que alimentar, galerías kilométricas en la montaña y un edificio fabril abandonado en una de sus laderas y muy próximo a los restos del castillo de la localidad.

Los “Yesos Casero” eran muy apreciados en la construcción por su calidad y estas minas tuvieron un papel muy importante en la economía de la zona hasta que quedaron abandonadas a su suerte.

Seguiremos el recorrido por el Cerrato buscando un reactor varado entre cerros, encinas y pinos en el pueblo de Antigüedad que hace honor a su nombre porque ya se hablaba de Antiquitat en el año 1047, y ha sido desde entonces uno de los pueblos referentes del Cerrato sufriendo el mismo problema de despoblación de todos ellos, teniendo ahora la cuarta parte de población que tenía en los años 50 del siglo XX.
A pesar de sus costumbres (Típico pueblo agrícola y ganadero castellano con mercados una o dos veces a la semana), ubicación (cerros cerealistas con encinares y alguna arboleda) y escasez de infraestructuras especiales (No hay fábricas, grandes carreteras, ferrocarriles…), Antigüedad ha sido cuna de grandes pilotos de la aviación, algunos aún en activo tanto en el área civil como en la militar, y que comenzó en los años veinte con los hermanos Cesar y Augusto Martín Campos. Se conoce de ellos que eran hijos del veterinario del pueblo y que se embarcaron en esa nueva tecnología que era la aviación allá por los años veinte. Ingresaron en el ejército e incluso llegaron a aterrizar un Breguet 19 en 1934 en estas tierras cerrateñas donde crecieron. Ambos fueron pilotos de guerra y ambos murieron en la guerra civil un año después de iniciada la contienda combatiendo en bandos diferentes. El avión, un cazabombardero de 1970, jubilado en el año 2001, que sirvió primero en Estados Unidos y después estuvo haciendo reconocimientos en España durante diez años, es, en realidad, un homenaje a todos los pilotos españoles. Fue cedido en el año 2007 por el Ministerio de Defensa y trasladado pieza a pieza desde Torrejón de Ardoz para colocarse en posición de perpetuo vuelo rasante -a seis metros del suelo- sobre los páramos de Antigüedad pero sin ruidos, en absoluto silencio para no alterar la calma del entorno, y que ahora es destino de muchas rutas en moto de los compañeros de la zona.

Muy cerquita de Antigüedad, en el páramo que nos tiene que llevar a Cevico Navero, se encuentra la tercera parada.
En toda historia hay claroscuros. Momento de deslumbre y momentos para olvidar.
La historia es cultura y el deporte es cultura y tenemos muchos ejemplos recientes de gente que llegó desde lo más alto al pozo más profundo en un momento. Esto es lo que pasó con Lance Armstrong, uno de los mejores ciclistas de la historia, vencedor de siete Tours de Francia, una medalla olímpica, decenas de competiciones y etapas y que también ha sido uno de los mayores tramposos de la historia del ciclismo.
Y ¿Qué tiene que ver un ciclista multicampeón y dopado hasta las cejas con el Cerrato palentino?
Pues bien, corría el mes de marzo de 2009 y en el desarrollo de la primera etapa de la vuelta ciclista de Castilla y León de 2009 entre Paredes de Nava y Baltanás, en tierras de Antigüedad y a 20 kilómetros de meta, el afamado ciclista Lance Armstrong sufrió una caída que le produjo una rotura de clavícula. Fue la peor lesión de su carrera deportiva y también el principio del fin de la misma, siendo la antesala de lo que se le vendría encima con los temas de dopaje y de “inventos” mecánicos ilegales. Claroscuros de la historia.
Pues llegaron los paisanos de Antigüedad y levantaron un monumento de una bicicleta, sacada de algún trastero sobre una piedra, con más cachondeo que medios.

Luego vino algo, un poco más elaborado, donde se colocó la bicicleta en altura y en un pedestal. El asunto tenía algo menos de cachondeo y unos pocos medios más, aunque sigue haciendo gracia.

En un primer momento el monumento era en honor a la clavícula de Armstrong. El segundo, más institucional, hacía honor a la trayectoria del ciclista. Habíamos oído que iban a cambiar la placa y que el monumento sería en honor a los ciclistas en general, ya que la “joyita tejana” salió un poco rana y no fue ejemplo de nada bueno, pero no es así y sigue la placa en honor al ciclista americano.
Finalmente otro lugar curioso en Antigüedad, la Cruz de la Muñeca. El monumento es una sencilla cruz de piedra que recuerda el paso por este mismo lugar -no muy lejos de donde Armstrong se rompió la clavícula- de la reina Juana I de Castilla acompañando el féretro de su esposo Felipe el Hermoso. Fue en 1507, en el transcurso del increíble viaje que durante tres años llevó a la reina a deambular por los páramos de Castilla, siempre de noche, enredada en un desconsuelo tan profundo que acabó en locura. Buscaba llevar al amor de su vida desde Burgos, donde murió, hasta Granada, para que descansara en paz. Pero entre tanto, acabó perdida por los pueblos del Cerrato que miraban atónitos el discurrir por sus calles de las interminables procesiones silenciosas que se perdían después en lo alto de los páramos. Dicen que aquí, en la Cruz de la Muñeca, el féretro arrastrado por cuatro caballos negros cayó al suelo y tocó tierra. Como el exciclista.

LA RUTA EN MOTO:
El Cerrato es una de las mejores zonas para ir en moto por estas tierras, aunque podría ser mejor.
La conducción es como el paisaje, cambiante. Pasas de largas rectas a tramos de curvas endiabladas. De asfalto bueno a firmes defectuosos. De zonas rusticas tradicionales a estar dentro de un campo de gigantescos aerogeneradores.
El pilotaje generalmente es fácil, aunque hay algunos tramos que tienen su punto. La carretera suele ser estrecha y el tráfico es escaso o nulo.
El constante cambio de paisajes puede despistar, y siempre hay que estar pendiente, sobre todo en la parte alta de los páramos de la existencia de fauna, hay mucha y de bastante tamaño. Muy fácil que se te crucen jabalíes en la parte alta de los páramos con encinares y cérvidos en la parte de los valles o cercanos a las laderas.
Es una ruta con muchos cambios de dirección, pero todos ellos están bien señalizados. No ocurre lo mismo con las paradas ya que ni las minas de yeso, ni el monumento a Lance Armstrong tienen señal alguna y es fácil pasárselos de largo. El reactor tampoco, pero es que te lo encuentras de frente según vas de Tabanera a Antigüedad.

No faltará nuestra tradicional comida en Roa, en el mismo restaurante donde casi violan a Joaquín B. 😉
Como en anteriores rutas con punto de encuentro en Valladolid (Ruta de las Galaxias, el Castillo Encantado, Historia del Dinero…) los que queráis disfrutar del fin de semana completo deberéis reservaros el alojamiento vosotros mismos para viernes y sábado y, como las actividades nocturnas serán por el centro, los dos hoteles más recomendables son:
Quién asiste
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