Septiembre, 19, 2020
Son las 06.30 de la mañana, tanto Anna como yo llevamos un rato en pie, ya hemos desayunado y estamos haciendo una ultima revisión de la ruta, los teléfonos de todos los integrantes en la salida, el restaurante, el hotel, la moto… cuando además de participar en la ruta somos los road leaders todo tiene un punto de intensidad extra.
Queremos que todo el mundo disfrute y deseamos que todo salga perfecto. Hemos trabajado mucho, hemos probado varias rutas y hoy es el día de divertirse y ponerlo en común con los amigos.
Llegamos al punto de encuentro (Castelldefels) puntuales y la primera sorpresa es que no somos los primeros, varios de los integrantes del grupo ya están ahí. Hay ganas de moto, recordad que aún estamos en tiempo de Covid y para nosotros esta es la primera salida tras haber anulado las tres anteriores, todos queremos volver a la normalidad o a lo más parecido a la normalidad.
Después de un café rápido, nos pertrechamos con los trajes de lluvia. Hay un dicho que reza; “si te pones el traje de lluvia antes de que llueva no llueve” y efectivamente no cayó una gota de agua durante todo el día. (Y el traje de agua no lo llevamos ni 20 minutos).
El primer tramo de la ruta nos llevó a través del parque Natural del Garraf, las condiciones y las vistas desde lo alto dejaban entrever que sería un día de moto y paisajes extraordinario. La primera parada la hicimos en Guimerà donde se nos unió el último integrante de la salida.
Desde ahí hasta el restaurante Can Celso en Allinyà no dejamos de disfrutar de carreteras pequeñitas y retorcidas, una delicia para los cinco sentidos y por los comentarios de los integrantes durante la comida, esas sensaciones eran comunes. Así que como road leaders nos sentimos muy felices. La primera parte de la ruta transcurría según lo previsto.
Una buena ruta, una buena compañía, unas buenas viandas y unas motos excepcionales. Muchas son las veces que doy las gracias por poder disfrutar de estos momentos.
Saliendo del restaurante, el cual os recomendamos si algún día estáis por la zona nos dirigimos a disfrutar de la segunda etapa del día que nos llevaría al fantástico y poco visitado Parador Nacional de Vic-Sau. Este es otro de esos rinconcitos que os recomendamos visitéis algún día.
Llegamos al parador a media tarde con una sonrisa de oreja a oreja, habíamos disfrutado cómo hacia tiempo que no lo hacíamos. Tras la tertulia de rigor cenamos y disfrutamos de una sobremesa a los pies del pantano de Sau. Una velada maravillosa que nos transporto casi por arte de magia al desayuno y regreso a la realidad mundana, pero con mas ganas que nunca de organizar una nueva salida para el CMBMWE.