Home Foros Grandes Ruteros TRAVESIA POR LOS ANDES II 2013

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  • Este debate tiene 10 respuestas, 4 mensajes y ha sido actualizado por última vez el hace 9 años, 10 meses por Anónimo.
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    Anónimo
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    Saludos amigos,

    Esta crónica es el resumen de un maravilloso viaje de aventura por los Andes de BOLIVIA, CHILE y ARGENTINA con:

    Un EQUIPO: JOAN&MARINA, ALBERTO&MARTA y FERNANDO&PILAR. Los seis protagonistas de este fantástico recorrido no dudaron en enfrentarse a las dificultades previsibles así como a lo imprevisto: carreteras en mal estado, gran cantidad de kilómetros por “ripio” en ocasiones impracticable, mal de altura por la falta de oxígeno (que también afectaba a la mecánica), abastecimiento de gasolina deficiente, etapas largas de varios cientos de kilómetros, trámites aduaneros desesperantemente lentos, la variada y a veces extrema climatología, etc.

    Una AVENTURA en mayúsculas. SIN SOPORTE técnico, MECÁNICO o de abastecimiento, afrontando rutas tan complicadas como “La Carretera de la Muerte” (Camino a los Yungas), el Salar de Uyuni, el desierto de Atacama y el Valle de la Luna, La cuesta del Obispo, La Quebrada de las Flechas, Los Caracoles, y Pasos andinos como Jama, San Francisco o Cristo Redentor. Una lista interminable de lugares singulares y a veces peligrosos.

    SENSACIONES. Solo las montañas del Himalaya superan las alturas que recorrimos, lo que produce una sensación interior de gozo inexplicable. El 80% del viaje transcurrió a más de 3.000 m de altura, alcanzando el punto más alto a 4.826 en el Paso Jama. Condujimos bajo las estrellas atravesando el Altiplano en el silencio más absoluto palpando la soledad con placer. Tuvimos tiempo de sentir todo tipo de emociones, incluido el miedo.

    DAKAR. Recorrimos la mitad de las rutas del Dakar 2014, y nos sentimos tan maltrechos pero satisfechos como ellos aunque las etapas no fueran tan duras (a veces).

    LA RESISTENCIA física a larguísimas etapas o duras pistas. La fatiga extrema por el mal de altura o la conducción. La fatiga mental de estar en “la nada” y no saber cuando se llega o por donde se va.
    El viaje soñado para quien busca aventura en buena compañía. Siempre con una sonrisa.

    Día 1-2 y 3. Tres aviones y 500 km (310 asfalto y 190 pista).
    Pusimos pié en Arica el sábado 30 de Noviembre de 2013 después de dos días sin dormir, el de la noche que habíamos pasado en el avión y la siguiente en que por los retrasos de los aviones llegábamos al hotel a las 4 de la madrugada. Con ese lastre de cansancio recogimos nuestras estupendas motos R 1200 GS y emprendimos camino a La Paz. Son 200 km de carretera chilena y 300 boliviana. A ambos lados de la frontera (Tambo Quemado) enormes y nevados volcanes y colas de varios kilómetros de camiones que, por culpa de una huelga días pasados, pueden esperar más de 1 semana para llegar y 5 horas para hacer los trámites. Gracias a nuestras máquinas nos saltamos la cola y solo estuvimos 3 horas para atravesarla, un auténtico milagro para cualquiera a quien se lo explicases. Habíamos subido en pocas horas desde el nivel del mar hasta los 4.200 m y notábamos el mal de altura, y por si no teníamos bastante: nevó y granizó. La carretera hasta La Paz está llena de camiones y perros vagabundos que se echan encima. Lo conductores son verdaderos kamikazes, te pasan rozando en coches destartalados sin luces ni matrícula. Desde el cruce a Oruro se convierte en una pista en obras muy resbaladiza y muy peligrosa. Esos 220 Km se consideran la carretera más peligrosa del país con un promedio de dos muertos diarios. A 30 km de La Paz y cuando crees que ya has llegado te cruzas con el pueblo de El Alto, nos costó llegar al hotel una hora y media en una cola continua con conductores que se cruzan en todas las direcciones sin previo aviso ni respeto a los semáforos, un caos total. Como comprenderéis después de ese día, ya estábamos esperando con ansia saber como sería la Carretera de l Muerte al día siguiente. Agotados, nos fuimos directos a la cama.
    En ese día solo hubo combustible en Tambo Quemado. Si tienes suerte te llenan, si hay restricciones solo te ponen unos litros.
    Cambiamos en la frontera: 1 $USD por 6,90 bolivianos. Con 150 $USD tuvimos suficiente (y sobró) para los días en Bolivia (excepto hoteles).

    Día 4. La Paz – Carretera de la Muerte – La Paz. 198 km 86 de ripio).
    Desde la Paz y después de atravesar el pintoresco barrio de Villa Fátima lleno de mercadillos, se asciende hasta los 4.600 m en una carretera fantástica. Desde allí se va descendiendo hasta los 3.200 en donde empieza la carretera antigua a los Yungas. Hoy en día hay una nueva asfaltada en el 80% que ha disminuido mucho el paso de vehículos pesados por la antigua.
    Te puedes pasar la entrada fácilmente ya que no hay indicaciones. La entrada asusta cuando la ves ¡vaya descarga de adrenalina¡ Se desciende en 38 km hasta los 1.200 m al borde de la selva amazónica. Contrariamente a lo que la gente piensa, no hay restricciones ni horarios, es de circulación libre y en doble dirección. Siguen circulando camiones y buses que van a las aldeas. Se aconseja hacerla por la mañana ya que después la niebla y la lluvia la hacen casi impracticable. Ello te obliga a hacerla de bajada y vas al borde del precipicio porque se conduce por la izquierda ya que es la única manera de vez algo al acercarse a las curvas. En el camino y sobretodo en la primera parte se suceden los precipicios y sin ningún tipo de protección. Es toda una experiencia tener que frenar y parar cuando te cruzas con alguien, y notar que el pié casi se desliza hacia el precipicio. Sensaciones increíbles en una carretera que en su punto más estrecho mide 2,9 m y la caída al abismo 800 m. Son múltiples los accidentes y la fama de la carretera.
    El agua caía por las paredes llenas de vegetación y tuvimos que aguantar algunas cascadas y atravesar riachuelos. Gracias a Dios, como era domingo, no había excesivo tráfico y el piso solo estaba mojado de los ríos y cascadas pero no de lluvia. Hacia un día esplendido.
    Comimos en Coroico al borde de la selva, una costilla de “res” enorme, que no nos pudimos acabar.
    Volvimos por la carretera nueva bajo una niebla que se podía cortar, pasando en 80 Km de los 1.200m a 4.600 y después a los 4.000 de La Paz. La temperatura varió de 30 a 5 grados y lloviendo. Seguía la prueba de resistencia.
    Este día sufrimos el peregrinaje de las gasolineras. Solo las gasolineras del estado están obligadas a poner gasolina a los extranjeros. El resto hacen lo que quieren, y se suelen negar.
    Para los nativos vale a 3,74 bolivianos/l y para los extranjeros (y de forma oficial) 8,98 b/l. No rellenan los bidones. Eso te obliga a hacer más cuentas……
    Pasamos 2 controles policiales y uno antidroga.

    Día 5. De La Paz a Hacienda Cayara. 543 Km (188 pista).
    De La Paz bajamos a Potosí temblando por atravesar de nuevo El Alto y los 220 km hasta Oruro.
    En Oruro una manifestación cortó la carretera con enormes piedras y autocares cruzados y tuvimos que sortear las barreras haciendo campo a través. Desde Oruro a Challapata la carretera mejora y desde allí a la Hacienda (30 km antes de Potosí) es fantástica, nueva curvada y con unos paisajes bellísimos. Nos alojamos en la hacienda Cayara, la hacienda más antigua de América y de todo el hemisferio sur, construida por un soldado de Hernán Cortés. Es una verdadera joya con muebles, cuadros, ropas originales de la época de los conquistadores, más el patrimonio que han ido acumulando los actuales propietarios. Las dos bibliotecas contienen ejemplares manuscritos, entre otros, de Calderón de la Barca y Garcilaso. Así como de los monarcas de la época. Todo se conserva en perfecto estado por la altura (3.600 m) y el clima seco.
    La Policía nos paró dos veces, una para pedir papeles y avisar de no ir a más de 80 km/h y otra con un radar por ir a 95 km/h, y eso que Fernando se percató y desaceleró. Se portaron con amabilidad y todo quedó en una reprimenda. En Oruro hay gasolinera. En Challapata hay 2 que no funcionaban, y llegamos a la hacienda apurando reserva sin tocar los bidones.

    Día 6. Hacienda Cayara a Uyuni. 220 km (20 de ripio).
    Después de disfrutar del lugar seguimos hacia Potosí donde conseguimos gasolina. La ciudad y su emblemática montaña están consideradas Patrimonio de la UNESCO por sus vestigios coloniales. Nos pareció bulliciosa y poco acogedora y seguimos camino.
    Ese día disfrutamos de unas maravillosas carreteras entre las montañas andinas, bien asfaltadas, solitarias, con curvas anchas, una gozada, moviéndonos siempre entre 3.600 y 4.250 m. Las tonalidades y cambios de colores son increíbles entre manadas de llamas y guanacos, que atraviesan la carretera con absoluta libertad. Alberto casi se come una. Así llegamos a divisar al fondo la inmensa extensión que hace unos 10.000 años era un mar y hoy es el Salar de Uyuni. Esta ciudad es la más turística y desarrollada que hemos pasado, ya con comodidades. Tras comer nos dirigimos al hotel que está al borde del Salar. Fue imposible llegar por las enormes acumulaciones de arena provocadas por las obras de una nueva carretera y los fuertes vientos ya que no había empezado la época de lluvia. Tuvimos que volver a Uyuni, dejar las motos y coger vehículos todoterreno. El hotel totalmente construido con bloques de sal al borde del Salar es una pasada.

    Día 7. Salar de Uyuni
    Día dedicado a disfrutar y jugar como niños en el Salar de Uyuni. Vimos como se extrae y depura la sal de mesa, escalamos la isla Inca wasi en medio del mar de sal (previo pago) y su bosque de enormes cactus, corrimos delante de los dinosaurios y nos dedicamos a buscar diamantes. Al final del día asistimos a la puesta del sol y antes de cenar brindamos con “singani” por el buen fin de todas las aventuras.
    En Uyuni hay 2 gasolineras y nos pusieron sin problemas.

    Día 8. De Uyuni a Calama 500 km (420 de ripio).
    Esta sería una de las etapas más duras del viaje, que este año ha sido incluida en el Paris Dakar desde el Salar de Uyuni hasta Calama (Chile). Sabíamos que los 250 km de Bolivia hasta la frontera eran de ripio, pero nos habían dicho que ya en Chile serían otros 250 de asfalto. La realidad fueron solo 80 de asfalto y algunos tramos de alquitrán rayado, el resto ripio, y en qué condiciones. Solo los 80 km hasta San Cristobal son de ripio que permite velocidad, después un suplicio. Salimos a las ocho de la mañana y llegamos a Calama a las doce y media de la noche. Hubo momentos de campo a través, de bancos de arena, de montones de gravilla, de agujeros-trampa tapados, de “no se por donde tirar” y los GPS a los que todos los caminos les iban bien. En uno de los caminos, no se sabe si bueno o desvío, Joan “el intrépido” se quedo atrapado con la moto en un banco enorme de arena, la moto se quedo derecha, no caía, y le costó sacarla. Nos tuvimos que separar buscando el mejor de los múltiples caminos posibles.
    Llegamos a la frontera. No funcionaba desde hacía 4 horas por un alijo de droga. Aún tardaron 2 horas más en abrir y con la cola que había se hizo tarde y lloviendo. No nos importaba porque pensábamos que ya venía el asfalto chileno, y lo besamos nada más encontrarlo. Paramos a vaciar los bidones y seguimos ya de noche, quedaban unos 200 km. Las siguientes horas tras acabar el asfalto y el alquitrán fueron con ripio, muy duras, en la soledad absoluta en medio de los Andes: silencio total, media luna y cielo estrellado. En todo el trayecto nocturno solo dos camiones y ninguna aldea. No había donde parar, había que seguir, solo alguna luz de vez en cuando que daba esperanza…. Pero eran minas. En una etapa tan hermosa pero tan dura, la suerte estaba con nosotros: no hizo a penas viento, no hubo caídas, ni pinchazos ni averías.
    Después y echando la vista atrás, lo recordamos con simpatía y todos coincidimos en que es muy difícil explicar todas las sensaciones y pensamientos que íbamos teniendo a los largo del recorrido, no se puede explicar. Es tan distinto que hay que vivirlo.
    En este recorrido no hay más gasolinera que al principio en San Cristobal, y no siempre tienen. No queda más remedio que usar bidones.

    Día 9. De Calama a San Pedro de Atacama, 109 km de asfalto.
    En nuestro corto recorrido de hoy hasta San Pedro de Atacama hemos disfrutado de sus áridos pero bellísimos paisajes y nos hemos hecho fotos en el valle de la Luna. No en vano el desierto de Atacama es el más árido del mundo. El hotel perfectamente situado en el oasis de San Pedro nos permite, después de comer y descansar, visitar el pueblo. Por la noche disfrutamos de varias holas de velada con un “pisco sour”, hay tanto de que hablar y comentar… Hoy por fin disponemos ya de wifi, y ya no hay problemas con la gasolina.

    Día 10. De San Pedro de Atacama a Tilcara, 440 km (14 de ripio).
    Desde San Pedro vamos hacia el imponente Paso Jama (frontera Argentina), superando los 4.816 m de altitud. Antes, en el Hito Cajón, nos hicimos bellas fotos al pie del volcán Licancabur, y tomamos el desvío para entrar de nuevo en Bolivia a tan solo 5 km e ir a visitar la Laguna Verde. Nos costó convencer a la policía de aduanas de que nos dejaran pasar sin hacer papeles, pero lo conseguimos. No nos sirvió de mucho ya que de nuevo todo ripio y arena no nos permitieron llegar. Nos quedamos a 2 km. Volvimos y seguimos, deteniéndonos en el Parque Nacional de los Flamencos y sus salinas, para admirar la flora y fauna. Los trámites aduaneros argentinos fueron rápidos y seguimos por la interminable recta de bellos y cambiantes colores a más de 4.000 m. Descendimos a Susques a 3.600 m, todos ya en reserva. La gasolina se había agotado, algo no infrecuente en el norte de Argentina. Por suerte había una nueva YPF a pocos km aunque tan escondida que tuvimos que preguntar varias veces. Comimos un fantástico guiso casero en Susques y seguimos hacia Salinas Grandes curveando y divirtiéndonos. Allí condujimos y jugamos como niños en la sal. De los 2.200 m volvimos a subir a los 4.200 para descender por la empinada y sinuosa Cuesta de Lipán. Pocos km después acabamos nuestro recorrido en la quebrada de Humahuaca declarada patrimonio de la UNESCO. En sus casi 100 km de longitud se acumulan vestigios de culturas prehistóricas, precolombinas, coloniales e indígenas así como un paisaje que por sus colores cambiantes recibe el nombre de la paleta de los 7 colores. En los últimos 10 km nos sorprende una tormenta y un vehículo atravesando una riera embarrada llena a Joan y Marina de barro de arriba abajo. Nos instalamos en Tilcara, centro neurálgico de la quebrada y sigue lloviendo hasta entrada la noche.

    Día 11. Tilcara
    Este día estaba previsto para explorar la Quebrada, algunos pueblos escondidos o parte de la RN 40, pero estábamos tan agotados de los días anteriores que todos decidimos dedicarnos al relax y “visitas a pie”. Tilcara nos traía buenos recuerdos, allí el año pasado le pusimos alzas a las botas de Fernando para llegar mejor al suelo con la R 1200 GS ADV.
    Disfrutamos de la ciudad y su buen clima. Siendo domingo se podía entrar en la vieja iglesia y ver las vestimentas indígenas. Paseamos el mercado de frutas, verduras y especias y también el de artesanía. Hicimos bastantes compras, en buena plata y en alpaca.
    Por la tarde y teniendo wifi, repasamos fotos, memorias, hablamos con la familia, etc. hasta la hora de cenar.

    Día 12. De Tilcara a Cachi 345 km (25 de ripio)
    Teníamos uno de los platos fuertes, ir a buscar la RN40 en Cachi a través de la cuesta del Obispo. El paso solo sería posible si no llovía cosa que había hecho la noche anterior y que era dudoso. Atravesamos San Salvador de Jujuy y Salta y seguimos en dirección sur hasta llegar al desvío. Allí nos paramos y comimos al aire libre en una terraza protegidos del sol. Iniciamos el camino con la idea de retroceder si el clima no era favorable. Perseguíamos la suerte y esta nos acompañaba, entre nubes y claros no llovía. La cuesta del Obispo nos sorprendió por su belleza y por lo motera. Casi toda de ripio, subiendo incesantemente hasta llegar al Valle de los Cardones a 3.600 m, con vistas hacia atrás y al río a la izquierda al fondo de un precipicio. Absolutamente bello. Arriba el desértico paisaje del Altiplano sembrado de Cardones (grandes cactus), dominado por los vientos y con fauna salvaje en libertad. Más adelante Payogasta en donde nos reencontramos de nuevo con la RN40 y el granizo. Después Cachi a 2.200 m, un precioso pueblo colonial que recuerda a un pueblo andaluz de casas encaladas y ventanas con rejas. En algunas puertas sillas de madera y esparto.

    Día 13. de Cachi a Cafayate, 150 km (142 de ripio).
    Todo era por la RN40, todo ripio. Aquí las distancias no se cuentan en km, son 5 horas nos dijeron y hay un tramo arenoso en la quebrada. Tenían razón, con las paradas que hicimos tardamos 6 h. Vivimos el ripio en todo su esplendor: tramos que permitían velocidades de 60 km/h, serrucho, grava y autenticas dunas. A tramos sufrimos y a tramos disfrutamos. En el centro el fantástico paisaje de la quebrada de las flechas donde paramos a reposar y disfrutar del espectáculo del extenso valle con un pasadizo arenoso de puntas rocosas que parecían lanzas. El último tramo antes de Cafayate se llena de campos de cepas y bodegas ya que estamos en la ruta del vino. Pasamos la noche en Cafayate que estaba animadísima con una huelga de policías. Por la noche petardos y tamborrada por las calles y en el garaje con las motos durmieron dos burros.

    Día 14. De Cafayate a Tinogasta, 406 km (36 de ripio).
    Trayecto en gran parte siguiendo las haciendas y los cuidados campos de cepas de la ruta del vino. Cuando se acaban, aparece el desierto y se cuenta con una mano los árboles que aparecen. Las rectas llegan a los 30 km y el asfalto humea. La mayor parte del recorrido transcurre sobre la RN 40 hasta el desvío a Tinogasta. En toda esta zona son típicas las casas de adobe para protegerse de la climatología. Hemos alcanzado los 36,5 grados en primavera, con lo que nos vamos directos a darnos un chapuzón en la piscina del hotel.

    Día 15. Tinogasta – San Francisco – Tinogasta, 450 km asfaltados.
    El día se levanto amenazante en Tinogasta pero en la gasolinera nos dicen que cuando abajo está nublado arriba hace sol. Así que llenamos los bidones (no había gasolinera en los 500 km y salimos. Subiríamos de los poco más de 1.000 m de Tinogasta hasta los 4.400 m del primer paso fronterizo y los 4.726m del segundo. Pasamos Fiambalá, lugar de acampada habitual del Paris Dakar y empezamos a subir por la quebrada de las Angosturas. Por el camino solo algunas camionetas de mantenimiento de carreteras y los refugios para emergencia en el paso. Es un camino de una belleza exultante, atravesando montañas de mil y un colores, desiertos, y lagunas llenas de vida. Hicimos varias paradas en el camino para disfrutar de tanta belleza e intentar captarla con nuestras máquinas fotográficas. No recuerdo, pero quizás nos cruzamos con un coche. Sin darnos cuenta llegamos a los “seismiles” rodeados de las montañas más altas del mundo después del Himalaya. Entre ellos el volcán Ojos del Nevado, el más alto del mundo con nieves perpetuas. Espectacular y majestuoso, te llena todos los sentidos. No había donde comer ni pudimos llevar bocatas, así que volvimos a la laguna situada en los 3.000 m, donde hay un complejo turístico del estado. No estaba cerrado pero si vacío y sin servicio. El chico que había nos dio lo que encontró en el congelador y que casi se nos atraganta. Volvimos disfrutando de la carretera y el paisaje.
    Los 300 $USD que cambiamos en la frontera a un policía, se nos acababan y teníamos que cambiar para la cena. Como funciona el corralito y el cambio “en negro”, buscamos un comercio donde cambiamos el año anterior. Nos recordaban y nos recibieron con alegría, haciéndonos un buen cambio. Cenamos maravillosamente en un sitio que nos recomendaron y volviendo empezó una tormenta.

    Día 16. De Tinogasta a Villa Unión, 525 km de asfalto.
    Teníamos que volver a la RN40 y seguirla hasta Chilecito donde nos desviaríamos para hacer la bonita Cuesta de la Miranda. Hasta allí todo desierto, solo algún algarrobo medio seco en donde cobijarse. Al repostar nos informan de que la Cuesta está cortada por obras. Buscamos el cuartel de la “Policía caminera” que llamó a las obras y nos lo confirmó. ¡vaya contratiempo! Si no podíamos cruzar la montaña, nos veíamos obligados a bordearla por completo para llegar a Villa Unión, un extra de más de 200 km bajo un sol abrasador. La parte positiva fue pasar por parte del Parque Nacional del Talampaya, Patrimonio de la UNESCO, que combina un hermoso desierto con fauna particular como avestruces que pudimos ver y las rojizas y espectaculares formaciones rocosas. La carretera está llena de badenes para evitar inundaciones y algunos están llenos de suciedad arrastrada por la tormenta del día anterior. Llegamos a los 37 grados y de nuevo buscamos la piscina del hotel antes de conectarnos un rato y cenar.

    Día 17. De Villa Unión a Mendoza, 467 km asfaltados.
    Era un día casi de trámite camino de Mendoza y siempre por la RN 40. Pasamos por San José y San Juan entre zonas desérticas sin apenas vegetación y rectas de hasta 70 km. La carretera está totalmente asfaltada pero peligrosísima por los conductores que te pasan rozando a gran velocidad. Pasamos varios controles policiales que siempre preguntan lo mismo, de dónde vienes y adónde vas. Por la tarde paseamos por esta bonita ciudad, muy animada en un sábado por la noche. Recorrimos la zona peatonal de bares y nos tomamos unos batidos de extrañas frutas y mezclas. Los truenos y rayos nos hicieron volver corriendo al hotel, aunque después la tormenta no fue tanto como parecía y nos quedamos en la terraza mirando.

    Día 18. De Mendoza a Santiago de Chile.
    Emprendemos camino hacia Chile. En la gasolinera coincidimos con unos chilenos en Harley y les regalamos aceite y alguna cosa. Los 200 km que hay hasta la frontera están llenos de camiones y en el 80% tienen línea continua. Hay que sortearlos y vigilar con la policía que está al acecho. En ocasiones se adelantan tres o cuatro camiones trailers de una sola vez. Se asciende siguiendo la gran quebrada que crea el río Mendoza. Primero se lleva a la derecha y después a la izquierda entre imponentes macizos rocosos que te hacen sentir pequeño. Justo antes del túnel fronterizo de Cristo Redentor, aparece el Aconcagua con sus nieves eternas y glaciares, es la montaña más alta de América y de todo el hemisferio sur. En el túnel nos hicimos las fotos de rigor antes de hacer cola en las innumerables ventanillas de la aduana: cinco ventanillas con infinidad de sellos y papeles, más la aduana y una última barrera de salida. De nuevo casi dos horas de espera, en unos edificios y trámites recién estrenados. En apenas dos km empieza la fantástica visión de “los Caracoles” que en este momento esta deslucida por obras de mejora. De nuevo tuvimos que hacer cola para el paso alternativo. Salimos de estampida para llegar a Santiago y poder descansar.
    Vaciamos las motos y nos hicimos una foto. Sabíamos que ya no las volveríamos a coger y nos daba pena. Se habían comportado de forma magnífica.
    Hicimos la cena de despedida brindando con un espumoso chileno y después comentamos detalles del viaje tomando un pisco sour. Charlamos de lo que más y lo que menos le había gustado a cada uno. A Joan la carretera que más le gustó es la carretera de Potosí a Uyuni, nueva de este año, virada y en subida, así como la carretera de la muerte; y donde nunca volvería sería a la ciudad de La Paz. A Alberto lo que más le ha impresionado es la zona de los seis miles y lo que no quiere volver a hacer es “ripio”. A Fernando lo que menos le ha gustado son las carreteras de “ripio” y las que más son las del Paso Jama (de Chile a Argentina), la del Paso San Francisco, la de Potosí a Uyuni, la carretera de la cuesta del Obispo y del valle de los Cardones y las que atraviesan quebradas con buen asfalto y curvas. Las mujeres coincidieron en la belleza de la quebrada de Las Flechas, cosa que todos los hombres protestaron porque era una de las zonas peores de ripio. Desde luego en lo que todos hemos coincidido es que lo peor ha sido conducir por la ciudad de La Paz con su tráfico caótico y peligroso.

    Día 19. Santiago de Chile.
    Alberto y Marta se quedan haciendo shopping en las tiendas del exclusivo barrio cercano al hotel. El resto nos vamos a visitar la Catedral y la Plaza de Armas para acabar con una mariscada de escándalo en el Mercado del Pescado. Los mejillones no nos caben en la mano y la centolla “pequeña” es enorme.
    Hacemos la siesta satisfechos. A las 8 de la tarde nos vienen a recoger para ir al aeropuerto. Se acerca el fin

    Día 20 y 21. Vuelta a casa.

    Resumen:
    Chile 901 km.
    Bolivia 1.540 km.
    Argentina 2.670 km.
    Total kilómetros 5.111 km, 1.420 km con carretera no asfaltada.
    Consumo medio 5,3 l/100.
    Velocidad media 66 km/h.

    #130677
    Alberto Miguel Municio GuirauAlberto Miguel Municio Guirau
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    Menuda cabeza que tiene Pilar!!!!!!!. Creo que no se ha dejado nada….increíble.
    Me ha encantado revivir tantos momentos…. Gracias chicos :Y:

    #130681
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    Sin duda Marina y Joan, Marta y Alberto y Pilar y Fernando, todo este relato, detalle a detalle, nos da para incrementar la ilusión de poder realizar algún día semejante viaje por no llamarla aventura, eso sí, aventura controlada y muy bién planteada y con un muy buén ambiente de compañerismo y, si además, Las Motos se comportaron, es para enmarcar en papel y en vuestras memorias.

    Felicidades a los NUEVE, incluyo también, como no, a ELLAS a las R1200GS.

    Y también me gustaria saber de las damas, cómo se vive detrás del conductor/piloto… después de tantos kilómetros, las opiniones, seguro que pueden ser muy interesantes.

    #130698
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    Vaya razón tienes Alberto!, yo creo que ahora con este escrito me vuelve a la memoria cantidad de coses que tenia en algún rincón escondidas!
    tanto a Joan como a mí nos ha encantado!! :N: :N: :N:
    Es que sois una máquinas! la Pilar con las crónicas y Fernando con los videos!
    felicidades!!
    Y tengo que añadir como acompañante que el viaje fue una gozada Paco! Todo nos fue muy bien como has podido leer y el tiempo también nos acompañó, una gozada!!

    Marina&Joan

    #130700
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    Gracias Marina por tu comentario, pero supongo que el “intrepido Joan” algo extra sí hizo… y sería bueno que lo contases, no ya para que no lo vuelva a hacer, todo al contrario, faltaría más.

    #130705
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    quote Paco Casas Moragas” post=55688:

    Gracias Marina por tu comentario, pero supongo que el “intrepido Joan” algo extra sí hizo… y sería bueno que lo contases, no ya para que no lo vuelva a hacer, todo al contrario, faltaría más.

    hola amigos, ahora estoy en mi pueblo (solito :whistle: ) y no puedo pedirle a Pilar que comente sus sensaciones pero que seguro que serían como las de Marina, de disfrute total y con GANAS DE VOLVER LOL .
    El “intrépido Joan” es la leche, es único, es como un niño y cuando está en su líquido elemento (sobre el ripio/tierra)hay que frenarlo. Estaba más a gusto sobre el ripio o la sal que sobre asfalto. Todos le teníamos que frenar, incluida Marina, para que no hiciese el loco. Aun así, en una ocasión que estábamos en el altiplano a 4.500 m en donde hay colinas muy suaves que “te llaman, te atraen, te incitan a portarte mal”, el niño Joan no pudo aguantar la tentación y se fue solito colina arriba 300 m hacia el punto más alto. Resulto muy divertido ver lo bien que se lo pasaba y hasta me dio pena no haberle acompañado y aprovechar esa bonita experiencia en un lugar tan fantástico.
    Ha sido un viaje extraordinario en compañía de unos amigos y viajeros fantásticos que han logrado que esta atrevida aventura resultase fácil, muy fácil. :AP :Y: LOL %)
    Desde luego que con ellos me iría a ciegas al fin del mundo :Y: Esto parece una declaración de intenciones, jejeje, quien sabe? 😉
    Saludos

    #130791
    Anónimo
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    He puesto fotos en la crónica en el orden de recorrido.
    Saludos

    #132397
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    Hola amigos, aquí podéis ver el primer vídeo de este gran viaje.
    Espero que os guste

    Saludos

    #132405
    Alberto Miguel Municio GuirauAlberto Miguel Municio Guirau
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    CHULÍSIMO FERNANDO…. :Y: :Y: :Y: :Y: :Y:

    #132433
    Anónimo
    Inactivo
    • Debates: 70
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    • Totales: 1597
    • Participante Master
    • ★★★

    2º vídeo de la travesía en moto por los Andes 2013.
    Bolivia de La Paz a Ollagüe

    #132496
    Anónimo
    Inactivo
    • Debates: 70
    • Comentarios: 1527
    • Totales: 1597
    • Participante Master
    • ★★★

    Tercera y última entrega de los vídeos Travesía de los Andes II 2013

    Vídeo 3

Viendo 11 entradas - de la 1 a la 11 (de un total de 11)
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