Contento pero preocupado

[Anónimo]

[QUOTE=carlos duran]Y ahora que pienso…

Gustavo, ¿por que parte del planeta estas, neng?

Socrates, perdona que te varie el post, pero esto aqui es lo mas normal del mundo: empiezas hablando de como fusionar atomos y acabas hablando de como pelar ajos. Ya te acostumbraras.[/QUOTE]

Sir Charles, ahora mismo estoy en un planeta muu, muu lejano,………. el planeta ranil (Argentina) donde hay muchas más ranas como yo, así que imagínate …….de entrada impone un poco ya que hay que arrear de lo lindo. Pero todo esto tiene remedio ya que en éste hábitat se cría una especie parienta lejana de los batracios que son unas peasos e lagartas que quitan el hipo, y es por eso que semos asín, con los ojos saltones de explorar tanta curva y contracurva.
Sócrates, como bien dice Carlos, aquí se empieza con un ruidito y se termina interpretando la Cabalgalta de las Valkirias. (explora en los post y ya verás…..)PD.: fotos de la fauna no envío, el que quiera que se moje y venga,……….. o bien que venga y moje

[Anónimo]

He permanecido callado para poder concentrarme en la íntima cosntatación de comprobar que a partir de un simple KLONG (en la maneta de embrague de la 850 R del amigo Sócrates -por cierto, un saludo-)ha sido capaz de hacer asomar un embrión de vida (aunque sea batracia) en lo que desde ya hace varias lunas era lo más parecido a un páramo ermo y desolado.

Además; me resulta particularmente gratificante porque ya sabéis lo que opino sobre los batracios, como ya deje claro en un pequeño y modesto ensayo sobre el origen de la vida motera. Lo reproduzco al final del post por si no tuvisteis ocasión y para que lo podáis criticar -si es el caso, claro-)
Me alegro, Gustavo, de que andes de “charca” en “charca” (es un modo de llamarlo), yo de momento me mantengo en la mía, y que además no te sea una carga (que a veces lo llega a ser). Repórtate más, hombre.
Sir Charles, un placer compartir verbo.
Y Sócrates, esta bien que le pongas filosofía, pero no dejes de hacerle mirar a Marga esos KLONG’s tan sospechosos, aunque por una vez, sea en casa del Sr BMW.

Recuerdo nítidamente cuando aún solo era la mitad de mí. Lo anterior todavía permanece entre tinieblas, pero sí se que fui otra cosa antes, entera, y aún antes otras, diferentes y también enteras. No se cuanto tiempo estuvimos todos juntos, mis otros hermanos y yo, nadando en el fluido, allí, encerrados, pero sí puedo describir con precisión el momento en que aquel impulso incontestable e imperativo nos empujó a todos hacia el exterior. Sentí frío pero no dejé de agitar mi cola frenéticamente, igual que mis hermanos. Allí, recuerdo, encontramos otras mitades de nosotros y todos pugnamos, empujamos y peleamos…, yo conseguí fundirme con la otra mitad y ya nunca supe de mis medios hermanos. Más tarde los volví a encontrar en el exterior, ya enteros, como yo, después de que el espacio se me quedara pequeño y tras vencer una situación de ahogo por falta de aire. Todos, a pesar de estar ya completos, con nuestras dos partes unidas en un solo yo, seguíamos nadando en el fluido, esta vez más fresco y luminoso, pero ahora era diferente, teníamos que valernos por nosotros mismos para encontrar el alimento y además nos volvimos cautos, desconfiados y huidizos. Otros seres nos acechaban. Estaba convencido que tarde o temprano me crecerían los brazos y las piernas que iban a sustituir la cola que ahora me servía para desplazarme, y además me permitirían poder conducir aquella máquina de dos ruedas que, aunque de forma imprecisa, recordaba que mucho tiempo atrás, mucho antes de diez o quince procesos de juntar mis mitades, había conducido. Efectivamente, funcionaba, semanas después comenzaron a apuntar en mi tórax y en mis caderas unos incipientes miembros que se tenían que convertir en las anheladas extremidades. Crecieron y se moldearon, con sus dedos para el claxon y sus pies para frenar y cambiar, y mi cola desapareció. Por fin llegó el día en que me acerqué a la orilla del fluido, y con piernas y brazos trepé por el su linde hasta alcanzar tierra firme. Después de muchas lunas y de ocupar formas apodas unas veces, con aletas otras, incluso excesivamente poli podas algunas, por fin tendría la forma adecuada y sería el ser preciso para mi ansiada meta, por fin podría de nuevo acariciar aquel emblema bicolor de puro blanco y reluciente azul y fluir veloz sintiendo el viento acariciar mi cara. Henchido de emoción y ya rodeado de nuevo de aire me dispuse a gritar su nombre; llené todo lo posible mis pulmones con la reencontrada frescura de la brisa, y grité: CROACK, CROACK, CROACKAmador2010-09-13 22:27:50

[Anónimo]

No se¡¡ pero me da la impresion deque mas de uno no pasa por buenos momentos y necesita realizarse. Simplemente era un klong¡¡ que al final solo ha sido desconocimiento de la maquina,Gracias por vuestra informacion.

[Anónimo]

Ostras tu, siempre acabamos así

[Autor]

Entradas