UN LUSTRO POR LOS TRES VALLES

[Anónimo]

Esta salida una vez acabada…continua…me encanta leer el relato de Amador y estoy en ascuas por ver las fotos de Josep.. Que lujo!!!

[Anónimo]

quote JOSEP CAMPOS:

Me faltaba la faceta de reportero-cuneta, la empecé a desarrollar en la edición del año pasado, y a vista de los resultados no me puedo quejar.

Los que se pueden quejar son los “aguiluchos”, puesto que, tal como dices Josep, en la edición del año pasado empezaste tu afición de tirar al blanco desde la cuneta y recuerda que encima de tu Kabeza, dando círculossobre tu eje los había a cientosy este años tan solo he visto UNO,

seguro que se salvó por los “pixels”… por nodecir por los pelos.

[Anónimo]

Aún ahora, justo una semana después, me pregunto porqué fue en el instante en que me dirigía hacia la salida del hotel en busca de los recién llegados, cuando aquella máquina de color gris, de las estrechas, colocada discretamente a la izquierda, contra la pared y justo en la frontera entre el hall, el bar y el acceso a los ascensores y escaleras, llamó poderosamente mi atención. Absorbió, debería decir, mi atención.

Era mi tercera semana con los pabellones auditivos taladrados con aquellas minúsculas agujas, era también un momento en el que ya acumulaba por lo menos ochenta o noventa horas -quizás más- en las que la dedicación de mis pensamientos al tema era cero.

¿Que quería de mí aquella máquina de tabaco?

Afortunadamente supe reaccionar con rapidez;
Me dirigí al recepcionista y le pedí la llave del minibar.
Respondió que me la daba, pero que el minibar estaba vacío, que servía para si yo quería poner algo dentro.
Le dije: -D’acord, em serveix.
La tomé, subí a la habitación, abrí el minibar con la llave, y ¡oh sorpresa!, dentro había una botella de agua mineral sin gas con el precinto intacto y muy fría. La saqué de la nevera, la abrí, y la bebí a placer, toda. Por cierto, sabía casi igual que el Campari que Jesús, el camarero del Park Hotel, me había vendido por cuatro euros, minutos antes.

Volví a bajar a recepción, salí al exterior del hotel, vi que despertaferro ya tenía compañía y empecé a saludar gente, muy buena gente, todo hay que decirlo.

Prueba superada, ya en el jardín y al rededor de la mesa junto a Carlos, Charly, Jordi, Pako, Francesc, Gemma, Calixto, Angie, Andy, Josep, Josep, Jordi, el Medina…, más tarde Ramón e Isabel, Xavi, y no me olvido, la dejo para el final, porque ella -no lo sabía, no la culpeis-, ella, Dolors también estaba, y además tenía en su poder un paquete que yo trataba de no mirar.

Antes de la cena Xavi nos deleitó con un magnífico anticipo de las novedades mundiales ya anunciadas previamente por su representante oficial, Jaume.

Podría deciros que fue el miedo escénico al un fracaso estrepitoso el que me impidió dar una réplica a tan insigne artista del chascarrillo, cosa que seguro todos entenderíais, dada la categoría del reto al que me hubiese enfrentado contando yo un chiste después de que lo hubiese hecho él.

Lo cierto, de verdad, es que no se realmente si fue miedo escénico, o miedo “corporativo”, miedo “colegial”. Me explico; la naturaleza de la particular novedad mundial a nivel de chiste que tenía pensado compartir con vosotros, pone en evidéncia a una de las dos partes en que se divide la especie humana, y esa es precisamente la parte a la que yo pertenezco, y también la mayoría de los que allí estabais presentes. Y no me atreví.

El personal del hotel nos empezó a apremiar:

-Si tienen la bondad de pasar al comedor…

Tintín se sacó de, de, de la melena, seguro que debió ser de la melena, una de esas bolsas tipo “tubo” de color plata, de la que empezó a extraer camisetas de color “de todos los colores”, osea, tipo arco iris, vamos, negra, muy negra, pero con un logo representativo de estación de metro de BCN en el que se leía “LOS TRES VALLES”. Guau que guaï.

Y cenamos, y hablamos, y reimos, y Xavi siguió con otras novedades mundiales de desternillarse, y Carles nos mostró su alma de taúr del Missisipi, y yo arrastrando el miedo escénico, o lo que quiera que fuese que me impedía explicar el chiste, me despedí y antes de sucumbir a la tentación -Dolors y Carles echaban humo-, ya estaba soñando, feliz, en la mañana siguiente.

Amador2009-06-23 02:18:19

[Anónimo]

Gràcies Madó. Arribar a casa de matinada y poder retroceder una semana, es un privilegi.
No te cortes.

[Anónimo]

Benvolgut Amador,

No olvides por favor esta noche la cuarta entrega.

[Anónimo]

Fue divertido el atardecer en el jardín del hotel Park, ¿eh?

De aquellos ratos buenos, buenos.

Amador, eres la ottia!

[Anónimo]

Amador, eres un “Krak”

[Anónimo]

Hola Ramón!!
dame unos dias más y con gusto te entrego “la tarea” de este año
Josep

[Anónimo]

Amador…… Amador….estas ahi?

Sigue, sigue……

[Anónimo]

A una semana vista la cosa está como más aposentada y se ve con cierta distáncia, pero también está más borrosa, y es que el alemán se está convirtiendo en un asiduo.

Una opción sería dotarme, como Josep, de algún instrumento que me permitiera ir almacenando todo aquello que pudiera ser susceptible de ser utilizado posteriormente. Él tiene una cajita con ojo y depósito donde mete aquellas escenas que desea guardar, ya sea porque le gustan, porque piensa que a otros les gustarán, o por que le pasa por el lugar que debe pasarle para que se le antoje necesario hacerlo.

Yo podría a tal fin, proveerme de un cuadernillo o libreta con varias hojas en blanco y de alguna sencilla y ligera máquina de escribir -un lápiz, pongo por caso-, y llevarlos siempre conmigo, de modo que cuando mi atención fuera captada por alguna cosa que pudiera servir para sazonar o dotar de detalle un relato, crónica o exposición de hechos, tomar buena nota y burlar así la influencia del alemán.

Lo he pensado más de una vez, incluso lo llegué a probar en alguna salida en solitario, pero salió como el culo, mal, muy mal, parecía talmente que me hubiera estado inventando todo lo escrito. Lo entenderéis fácilmente; si me dedico a ir tomando apuntes de lo que veo, tengo que estar observando lo que hay, y si me dedico a observar dejo de pertenecer, tan solo observo, de modo que no lo vivo. Y si no lo vivo no lo puedo contar como si lo hubiese vivido. Total que queda fatal y no puede ser.

Todo esto lo digo porque seguro que me olvido de detalles, de personas, de animales o de cosas, y claro es un compromiso. Alguien puede pensar que me he olvidado de él, o lo que es peor, que no olvidándome, lo he ninguneado, omitiéndolo. Y no de verdad que no, que si eso ocurre hay que responsabilizar al alemán.

Ahora, aclarado este tema que me preocupaba, ya puedo seguir contando lo que pasó en los Tres Valles cuando el sábado por la mañana quedamos emplazados por Tintín al “briefing”(*) que nos tenía preparado con el objeto de dotarnos de los mejores conocimientos sobre la misión que íbamos a desarrollar.

Allí estaba, era alto, muy alto. Pensé que o durante la noche había crecido de forma desmesurada, o se había encaramado en algún lugar. Hábilmente deseché el primer pensamiento y acepté el segundo como el más probable. Y acerté, lo pude comprobar cuando dejé de mirarle y bajé la vista.

Mientras seguía con atención las explicaciones sobre lo que haríamos ese día mi mente estaba dándole vueltas a algo que dijo Pako la tarde anterior en el jardín del hotel, y que Charly subrayó con contundéncia:

– …, eso es bailar un amarrao. -Dijo Pako-

– Así explicado cara a cara se entiende mejor -Apostilló Charly-

Ahora recordaba una escena que durante la noche, en sueños, se había desarrollado en mi mente y que estaba relacionada con algo vivido de forma inconsciente. En ella Despertaferro y El Toro, en el parking del hotel se miraban como de soslayo, con cierto recelo. Despertaferro veía con aires en cierto modo desdeñosos los ojos achinados de El Toro, este, a su vez miraba a Despertaferro por encima del depósito, como con cierta altivez.

Estos dos no van a bailar juntos ni aunque que les pongan gasolina de 100 octanos, pensé. Y seguí prestando atención a las explicaciones de TintínAmador2009-06-21 01:12:15

[Anónimo]

Nos tienes en ascuas Amador !!!!!

Continua, no pares, no dejes que tus dedos paren de teclear.

Con tu crónica y las fotos de Pep Campos y de tod@s los demás se podría hacer un peaso libro que batiría récords en el próximo Sant Jordi.

Ets un súpercrack!!!

Saludos
Josep

[Anónimo]

Poco se puede agregar a todo lo dicho, solo decir que con ésta crónica y la fotos de Josep el recuerdo de “Los Tres Valles” aún será más entrañable. Salut Amadó!!!!! Gustavo2009-06-21 12:50:40

[Anónimo]

Con puntualidad británica, a las 10:00 empezamos a abordar la N-152 que nos llevará, dejando por la izquierda Puigcerdà, hasta la virtual línia que en Bourg-Madame, separa la Catalunya que se encuentra dentro de España, de la Catalunya que, cosas del destino, quedó dentro de Francia.

Giramos en la pequeña rotonda donde se separan los caminos, hacía el oeste, o hacia el norte, y utilizando como rampa de lanzamiento la Avenue Emmanuel Brousse, ponemos proa a Los Tres Valles.

Hemos ido yendo más o menos de “tranquis”, Despertaferro y yo, sin pasar cuando se podía, y sin ser pasados. Chino – chano.

Subiendo a veces y otras bajando. Atravesando pueblos con sabor a “La France”.

Y poco a poco el espíritu de Los Tres Valles ha ido impregnando nuestra percepción;

Hemos percibido, bueno no se si despertaferro lo ha hecho, que aquí las vacas en lugar de mimetizarse con la hierba, se mimetizan con las piedras, bueno no se mimetizan se colocan sobre la hierba a modo de piedras, tomando el color de las piedras. A mi me pareció raro, más si tenemos en cuenta que en otros lugares no solo no se mimetizan si nó que pretenden hacerse ver tomando colores que destacan sobre el fondo. Por ejemplo el típico blanco y negro, muy usado en suiza, o el feminista violeta, también llamado lila, de las vacas de las que se obtiene el famoso chocolate Milka.

También se podía facilmente percibir, que los animales que pastan por estos lugares, vacas y caballos, aman tanto sus prados que los mantienen siempre límpios e impolutos, yendo, para ello, ha hacer sus necesidades, siempre a las carreteras. Ello nos obligó a experimentar otro tipo de percepción, el típico olor de la “merda de la muntanya no fa pudor”, ya que nos la pasábamos de unos a otros a través de las ruedas de nuestras monturas.

Hubo percepciones de todo tipo, Josep, por ejemplo, no se que percibiría, ni si quiera se si percibió algo, el caso es que le dió por emular a Peter Parker y subirse por las paredes para lanzar a nuestro paso multitud de rayos lumínicos.

Hicimos dos paradas, que recuerde, una junto a un lago de cuento, donde una cerveza dos euros, y otro junto a un río, donde una cerveza 1,80 y un agua 2,20, y se entiende, no había más que mirar la corriente del rio y acojonarse de solo pensar en el tío que metido allí, dentro de aquellos rápidos, se encargaba de pescar el agua. Oficio de alto riesgo, plus por peligrosidad.

Y como el que no quiere la cosa, frescos como una rosa, y con una sonrisa de oreja a oreja llegamos a Casa Estampa.

¿A que hora?

A las tres, hombre.

Ya estábamos comiendo la magnífica ensalada de codornices cuando un respiro generalizado flotó en el ambiente, seguido inmediatamente de aplausos y saludos. Todos dirigidos a Jezzi y a Víctor , que acababan de entrar en el comedor. Todos sabíamos que todos sabíamos que debían llegar ya. Sois cojonudos.

Sin este tema pendiente pude dedicarme más a estar por lo que se estaba y pude corroborar mi creencia de que los andaluces de Granada son los andaluces más catalanes que existen. La noche anterior pude conocer a Isabel en una fugaz presentación debido a las circunstáncias del momento, en cambio hoy compartíamos mesa.

Seguía teniendo un par de cosas pendientes;

El miedo escénico que me seguía impidiendo aquello, ya sabéis, no me lo hagáis repetir. Y lo del “amarrao”. Hacía ya casi 24 horas que compartíamos ámbito, y El Toro y Despertaferro no se habían vuelto a ver después que cruzaran sus miradas en el parking del Park Hotel de Puigcerdá. ¿O fué un sueño?.

La tarde en el hotel Beret, transcurrió sola pues yo me puse a dormir tras algunos intentos fallidos al proceder a ejecutar determinadas introducciones, por las que pedí se realizaran determinadas correciones, dándome por satisfecho tras finalmente conseguirlo. Que fue cuando, como ya os he dicho, me puse a dormir.

Ya se que esta frase parece algo complicada de entender, pero ha salido así y las cosas hay que tomarlas como vienen

Me olvidaba y hubiese sido imperdonable.

El tema del “gravillón”, que cabrones, en lugar de gravilla, van y le llaman “gravillón”. Pa acojonar de entrada.

Me tiene alucinado ese amor extremo que los franceses profesan a las maneras ancestrales, ese esmero por conservar las tradiciones, y ese buen hacer en la forma de desarrollarlas.

La pena, la puñetera pena es que todo ese caudal de conocimiento y sentido lo usan casi exclusivamente en como asfaltan las carreteras.

Será que no existen maneras, métodos, maquinaría, tecnología y tíos en el paro como para asfaltar decentemente, sin dejar baches, dando vertiente para que el agua drene, acabando bien los límites del asfalto y el arcén, y sobre todo, sobre todo, usando el “gravillón” para tirárselo por la cabeza al majadero que se empeña en conservar y reproducir las maneras de asfaltar de aquellos tristes años 40 y 50 del siglo pasado, con una posguerra a cuestas y la escasez y la miseria como enemigos de los buenos asfaltos.

Non, rien de rien, non, je ne regrette rien. Ni le bien qu´on m´a fait ni le mal, tout Ça m´est bien égal. Non, rien de rien, non, je ne regrette rien. …Amador2009-06-23 02:24:23

[Anónimo]

Magnífic com sempre, Madó.

[Anónimo]

No lo has entendido bien, Amador:

Echan gravillón para que la gente no vaya en bici, porque si echasen gravilla normal, aquello seria un infierno de gente pedaleando…
Y da gracias que no echan vaselina!

Recuerdo con especial cariño aquellas codornices escabechadas.

Respecto a lo de quealgunos andaluces son mas catalanes que una barretina, esto me ha hecho recordar una anecdota que protagonizó mi padre hace ya muchos años:
Estabamos de vacaciones en Cordoba, y el, Sevillano de pro, queria hacernos visitar los Reales Alcazares. Estabamos en la taquilla y allí indicaba que los ciudadanos andaluces no pagaban entrada, asi que mi padre dio por hecho que ni mi hermano ni yo debiamos pagar. Yo era tan renacuajo (he crecido bastante con el paso de los años…) que no tenia DNI, pero en el de mi hermano ponia que habia nacido en Barcelona, y el portero, despues un ratito de tira-y-afloja, pregunto:
-Pero, amóavé, ?esto ñiño zon Andaluze o no zon Andaluze¿-
A lo que mi padre, que es un cachondo de guardia, respondio:
-Hombre! Como no van a ser Andaluces, si han nacio en Barcelona!!
Y nos dejaron pasar, como no podia ser de otra manera.

Bravo por mi padre!

[Autor]

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