CLASICAS BMW DE VISITA EN SALAMANCA

[Anónimo]

LOS CLASICOS BMW VAN DE VISITA AL
MUSEO DE AUTOMOCION DE SALAMANCA

El pasado día 4 de Octubre, con un día soleado de Otoño, una peña de
Clásicos y Clásicas BMW nos despertamos con un rumbo fijado, el Museo
de Automoción de Salamanca

Para los que no conocéis este maravilloso museo, a modo de aperitivo,
solo os diré que, esta ubicado en un lugar privilegiado, Salamanca,
ciudad de la cultura, monumental y a la vez llena de juventud, que su
edificio esta al borde del río Tormes y colindante con la Casa Lis y
el Museo de la Harina por lo que, ¿qué mas se puede pedir? Era un
planazo para toda la familia!

Rebobino un pelín y os cuento que, cuando andaba liado con los
preparativos de la visita, me preguntaba

“….¿Cómo es posible que una unidad del Motorwagen de Karl Benz de
1886 se encuentre en nuestra piel de toro y en Salamanca? y aquí casi nadie
lo sabe….”

Pues si queridos lectores, ni mas ni menos que el primer vehiculo
automóvil, en realidad es un triciclo, con motor de explosión Otto,
alimentado por benzina vaporizada y no de mecha, como en los de Daimler,
Maybach, ojo! hay clases!.. (si he dicho alguna barbaridad, que me
perdonen los entendidos y gurus pero, eso, es lo que yo creí entender
a Don Demetrio Gómez-Planche, Fundador del Museo)

Volviendo al relato, que me enrollo mas que las persianas, casi nadie
del Grupo de Clásicos BMW sabia que, entre otras joyas, el Museo,
albergaba, LA JOYA DE LA CORONA, esto es, una réplica exacta del
MotorWagen y una de las 5 únicas unidades que existen en el mundo
fabricadas por Mercedes Benz!!. Bueno, salvo uno de nuestros amigos,
nuestro querido piloto y Road Leader, José Ramón Ricart Carratalá,
nieto de Wifredo Ricart, ese genio inventor del Pegaso, quien
si lo había visitado hace unos años en un entrañable encuentro entre las
familias Gómez-Planche y Ricart

El objetivo de la visita al Museo de Automoción de Salamanca era,
evidentemente, pasar un buen rato con los amigos pero, sobre todo,
“homenajear” a José Ramón Ricart hijo, por todos los buenos momentos que
siempre nos hace pasar a los Clásicos BMW

Para darle un toque de emoción, aún mas si cabe, guarde EL SECRETO, que
era probar el Benz ! Cosa inaudita, fuí capaz de no cantar antes y
haciendo un esfuerzo supino, me dije a mi mismo que, hasta que no
estuviéramos dentro del Museo, chitón! Esa seria la sorpresa!

Hora H: Manolo, el profesional-conservador-mecánico del Benz, llegaba
puntualmente al Museo con su scooter, para, seguidamente, abrirnos
las puertas al “paraíso”. Con cautela y sigilo, mientras los amigos y
prole estaban pululando por el Hall principal del Museo, Manolo, y el
que suscribe, llenábamos el tanque del Benz, a escondidas para
después empujarlo, desde su stand, lentamente, con mimo y tiento,
hasta el Hall.

La cara que se les puso a todos los amigos fue de sorpresa total !
Todos miraban al Benz con asombro y curiosidad, como diciendo “mira
que bien, nos lo traen para verlo, que detalle, no hay que ir al stand”…..

Acto 1: Se hizo el silencio, todos estábamos alrededor del Benz,
expectantes y nos preguntábamos ¿qué pasara? pero….si lo van a
arrancar!!!

Acto 2: Con su fornido brazo, Manolo hizo girar la polea de hierro
que actua sobre la biela y, de repente, magia potagia, TAC-
TAC- RE-TAC TAC, el Benz arrancó ante el asombro de todos los allí
presentes, como si hubieran visto el gol de Gento ante la pérfida
Albión, las exclamaciones de OHHHH, AHHHHH, WHAOOOOOO, eran como los
sonidos del silencio…, el Benz ralentizaba como un reloj suizo,
faltaría mas!! Impecable, reluciente, portentoso, exuberante…..
hasta que Manolo se subió, lanzo su izquierda directamente a la palanca,
cuyo rol es de pseudo “embrague”, soltó amarras y hop!
el Benz empezó a moverse como un cisne, para darse su
voltio alrededor del Hall del Museo….

Acto3: ¿Alguien quiere montarse? – Casi tuve que repartir cupones de
bono-loto, los niños eran los primeros que gritaban, los mayores
callados pero mordiéndose la lengua, al final, todos fuimos copilotos
de Manolo y del Benz, of course !!

Acto 4: ¿Quieres conducirlo? esa fue LA PREGUNTA a Ricart ! No lo
dudó un instante, raudo como el rayo, se subió al triciclo, escuchó
atentamente las instrucciones “desde boxes”, miro al frente, como si
fuera a defender la línea Maginot, puso su mano derecha sobre la
“dirección mecánica” y cual Jim Clark, probando por primera vez su
Lotus Climax, después de pensar “no se me tiene que calar por nada
del mundo” rodó como un campeón varias vueltas por el Hall del
Museo. ese fue su homenaje. Bravo José Ramón!!

El Benz es la monda, vaya, la repanocha, los mas incrédulos? lo
tocaban, los mas cariñosos?, lo acariciaban! todos, pero todos,
estábamos enamorados del Benz!!

Acto 5: Para terminar, un lujo más, Don Demetrio nos acompaño a visitar
las restantes piezas, joyas!!, del museo una a una, explicando la historia de
cada vehículo y no fue hasta que llegamos al piso superior, cuando de
repente, aparecieron los dos Pegasos Z 102, un Saoutchik azul marino
precioso y otro rojo, carrozado por Serra, con esos ojos de Facel Vega,
y, claro, casi nos tiramos encima de ellos, como los mecánicos del Pit Lane.

D. Demetrio, con voz suave pero a su vez autoritaria, nos dijo:
“…estamos buscando un motor para el Serra, pues el que tiene no es
el suyo….” y, va y abre el capo. Todos nosotros “entramos” en el
vano motor, OHHHH, si es un V8 BMW !!

Casi palmamos cuando vimos que, el cockpit del Pegaso, tiene toda la
instrumentación en castellano o sea, eso de ver en el marcador de
gasolina una “F” y una “E” son tonterías, claramente se leía, con
todas sus letras, “Lleno” y “Vacio”, como Dios manda!

No queremos dejar de agradecer a la familia Gómez-Planche, a los
hijos de D. Demetrio, Rosa, siempre atenta y encantadora, a Javier,
apasionado y alma mater, a “nuestro” Manolo, que dejo a su familia un
día de asueto por estar con nosotros y a Don Demetrio, que sin él,
nada hubiera sido posible, nada de nada.

A buen seguro que nos dejamos en el tintero un montón de anécdotas,
además de los relatos de tantas piezas del Museo pero nos llevaría
cientos de páginas su descripción y, para eso, queridos lectores,
todos tenéis una cita ineludible y obligada con el Museo de Automoción
de Salamanca, pues el Benz no es todo. No?…., o si?

Tito Ayulo Kelly
Co-Fundador de
Amigos Clásicas Bmw España – Registro R90S Español – Grupo ///M Madrid

[Anónimo]

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[Anónimo]

[Anónimo]

quote TitoR90S:

Acto 5: Para terminar, un lujo más, Don Demetrio nos acompaño a visitar
las restantes piezas, joyas!!, del museo una a una, explicando la historia de
cada vehículo y no fue hasta que llegamos al piso superior, cuando de
repente, aparecieron los dos Pegasos Z 102, un Saoutchik azul marino
precioso y otro rojo, carrozado por Serra, con esos ojos de Facel Vega,
y, claro, casi nos tiramos encima de ellos, como los mecánicos del Pit Lane.

Fantástico relato Tito y debió ser increible la cara que debió hacer Jose Ramón Ricart, al que me une una BMWuena amistad desde antaño, al poder conducir esa Joya.

Peromás increible debio ser elver a Josë Ramón ante dos vehículos creados por su abuelo.

En mi casa, mejor dicho, en los talleres mecánicos de la empresa de autobuses de mi familía estuvo durante un tiempo una de esas maravillas y debido a que mi tio abuelo era un gran mecánico y con mucha relación con la fábrica de Pegaso en Mataró (JORSA) se lo dejaron a buen recaudo y de tanto en tanto, sobretodo los Domingos por la mañana,lo ponía en marcha, no sin antes acicalarlo, aún hoy recuerdo la emoción que me invadíacuando oía el rugir de su motor.

[Anónimo]

Tito muchas gracias por tu (como siempre) gran relato.
¡Que envidia! cómo me hubiese gustado estar con vosotros ese día.
Felicidades JRRC por haber podido conducir una joya cómo esa.
Un abrazo.
Joaquín

[Anónimo]

Que bonita historia.
A veces la vida te da regalos, otras veces te castiga, pero solamente unas pocas, escasas y por eso mucho mas valoradas, los astros se alinean para hacer disfrutar momentos inolvidables como este que nos acabas de describir, a la gente que tiene un nivelde sensibilidad superior para apreciarlos.
Si leyendolo se me ha puesto la piel de gallina, no me quiero hacer una idea de como tuvo que ser para los que lo vivisteis en directo. Me alegro mucho por Jose Ramón.

Saludos.

[Autor]

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