El 25 de Julio de 1992 para muchos de nosotros es una fecha mágica dado que ese día se inauguraron los Juegos Olímpicos de Barcelona; para mí, además, fue el día que matricularon mi segunda K, una K100Rs 16 v blanca B-7054-NM “La Olímpica”, a la cual llegué después de sentar la Kabeza y cambiar mi “EscalfabraGuetaS” una R1000GS B-1299-KU por ella.
Fue un cambio raro puesto que mi corazón me decía que lo que había hecho hasta la fecha con la GS no lo haría nunca con una K, en mi “curriculum” ya figuraba una K, “La Básica” y dos GS R80GS, y era por ello que sabía que me podría dar de más una y añorar a las otras.
Lo más paradójico del caso es que a “La Olímpica” no le hice “mi rodaje” éste lo efectuó un buen amigo mío con casi las mismas manos y hábitos que yo, Pepe Bertrán. Nos fuimos los dos a las cuatro de la tarde a buscar La Moto al Concesionario, Motos Boquet y al ser en plena Fiesta Mayor de Mataró y para poder hacer los 1000 Km. reglamentarios para la 1ª revisión antes de que cerraran por “vacaciones” y siendo el 25 Viernes y el día de cierre el 31 de Julio la cosa estaba justa. Él, Pepe, cogió La Moto, blanca perla e inmaculada y se fue. Yo cogí mi Golf GTI (otra muy buena máquina) B-0065-IG y junto a Miteya rumbo a Colera a ver a mis hijas, eso sí, durante el trayecto oímos por radio la fantástica inauguración Olímpica con la traca final de la entrada en el Estadio de Epi, para entregarle el fuego Olímpico a Rebollo y éste con su arco y alguna cosa más, encender el pebetero. Oyendo los comentarios y escuchando de fondo el rumor del público insitu, se me puso la piel de gallina y solté más de una lágrima, fui pre-olímpico de Munich y poder acudir a unas Olimpiadas es de las cosas que con más honor puede hacer un deportista.
Esa noche no concilié el sueño, por varios motivos por el estreno Olímpico y por “La Olímpica”, de siempre me ha gustado ver salir el Sol y éste durante el periodo estival sale pronto, a unos les índica la hora de irse a dormir y a los otros que el nuevo día ya está ahí, con el calor propio de la época ya me había trasladado al sofá delante del ventanal con vistas a la Bahía de Colera y serían más o menos las seis y media de la mañana que sonó el teléfono, el brinco fue rápido y preciso para descolgar presto el auricular, era Pepe, él sabía que yo estaría despierto y me informó:
Ole, ole, ole, La Moto es fantástica, frena de fábula, se aguanta de maravilla, tiene una patada limpia y además el carenado es pequeño pero cubre mucho y con luz amplia y nítida, eso sí, de momento no la he pasado de las 4000 r.p.m. y ya lleva 800 Km. He hecho Santa Fe de Montseny, Collfonic, Sant Feliu, Monistrol, la Collada de Tosas, el Port del Cantó, la Bonaigua, he entrado en Francia, el Tourmalet, he ido hasta Setcases, Prats de Molló y por el interior hasta Colliure y ahora estoy en Portbou.
Ahora vengo a Colera y tomo un café, que a las 9 tengo que estar en Mataró puesto que tengo muchos encargos de postres para la Fiesta Mayor (él tenía una panadería / pastelería “Forn Bertrán”)
La distancia de Portbou a Colera deben ser unos 7 ó 8 Km, es un pequeño puerto de montaña cuya carretera se divisa perfectamente desde el apartamento de mis suegros. Estaba impaciente, todo estaba en silencio y de pronto empecé a oír el “rugido” característico del motor K. Con la mirada y el oído fui siguiendo a Mi Moto y la trazada de mi amigo. Al perderla ya de vista, puesto que ya entraba al pueblo, me puse los tejanos y bajé los seis pisos por la escalera para no tener que esperar el ascensor y de paso no hacer más ruido de la cuenta; ya, ya estaba en el portal. Él se bajó de La Moto y nos abrazamos, ni una palabra, todo era mirarnos a los ojos y a Ella. De golpe oí un silbido, era Miteya, desde la terraza del 6º nos llamó la atención e hizo un gesto como de frotarse la barbilla, éste estaba dirigido a mí puesto que me estaba cayendo la baba. Subimos, tomamos un café y se fue con ELLA a Mataró para llegar con los casi 1000 Km. al Concesionario.
Este fue mi estreno Olímpico de mi “La Olímpica”. Gracias Pepe por tan maravilloso rodaje.