Solsticio de Verano

El idealismo romántico, rinde desde siempre, tributo al Sol como fuente de vida y tal vez de la Vida. Muchas culturas ancestrales rendían culto al astro propio, desde egipcios a celtas, pasando por otras allende océanos como precolombinos y polinesios.

Corría el año 2007 y con pocos idealismos ya, adapté la idea expresada a conveniencias más pragmáticas y actuales: acompañar al Sol el día que durante más tiempo está con nosotros, el solsticio de verano en el hemisferio boreal, fecha 21 de junio. El día más largo y, a la par, la noche más corta.

De tres que íbamos a ser, volví a quedarme solo. Uno se apeó con causa justificada y previamente manifestada. El segundo no vino, ateniéndose a la clásica excusa de mal pagador. El mal pagador, como ya os he contado en otras ocasiones, es ese amigo cantamañanas, al que en un fondo muy profundo le tienes cariño y haciendo gala de virtudes cristianas como la paciencia y el perdón le consientes lo que a otros no, todo ello por no darle un par de esas que en la liturgia católica utilizan como símbolo de la eucaristía.

Así que me planté en el Cabo de Creus (Girona), punto más oriental de la Península Ibérica para ver amanecer, que es lo mismo que ver salir el Sol, y cruzar toda la extensión geográfica dicha, hasta ver anochecer, que es lo mismo que contemplar el ocaso, en el punto mas occidental: el Cabo da Roca, en el entorno de Lisboa.

Para darle unos visos aventureros, como si no bastaran los cotidianos, este viaje lo hice, naturalmente, en moto.

Todo me acompañó o, más bien, acompañé al Sol sin ser en ningún instante tapado por nube alguna. Solo reseñar el viento de Tramontana que soplaba en el Cabo de Creus con una velocidad de casi 100 Km./h. Esto hizo que estuviéramos, moto (R850R) y el que suscribe, bien pegados al abrigo de la pared del faro pese al tamaño y abundantes kilos entre ambos.

ALGUNOS DATOS.

SOLSTICIO de VERANO. 21 de junio. Cenit del Sol 11,27 h. hora española (9,27 hora solar).

• Recorrido: 1.412 km.
• Salida: 6,30 hora española.
• Llegada: 20,45 hora española.
• Duración: 14 horas 15 min aprox.
• Paradas: 8 de 10 min. Total 80 min.
• Rodando: 12 horas 55 min.
• Velocidad media: 109,29 km/h.      

Cap de Creus:  Latitud: 42:19:07.32 N.  Longitud: 3:19:12.36 E

Amanece 6,10 hora española (4,10 hora solar)

Cabo da Roca:  Latitud: 38:46:48.13 N.  Longitud: 9:29:56.01 W

Ocaso: 22,38 hora española (20,38 hora solar).

SOLSTICIOS

En las dos posiciones de solsticio, (invierno y verano) la declinación del sol se mantiene durante varios días, casi sin moverse; de ahí el nombre de “solsticio”, etimológicamente del latín “Sol quieto”.

Todo empezó al observar las estrellas… en determinada época del año, el Sol se mueve desde una posición perpendicular sobre el Trópico de Capricornio, hasta una posición perpendicular sobre el trópico de Cáncer. A estos días, extremos en la posición del Sol, se les llamó solsticios de invierno y verano, los cuales ocurren los días 21 diciembre y 21 junio, respectivamente.

El sol en su movimiento aparente por la elíptica alcanzará el punto de mayor declinación sur sobre el Ecuador terrestre y comenzará a ascender nuevamente. Este punto es el que se identifica en la tierra como Trópico de Cáncer, en esta época los días son largos y las noches cortas y cálidas al norte del ecuador.

Estas fechas corresponden al hemisferio norte, pues en el sur es al contrario. El día que veremos al sol ponerse más al sur es el 21 de diciembre y el día que lo veremos ponerse más al norte es el 21 de junio. “Las fechas mencionadas son las típicas, pero puede ser que en un año determinado caiga un día antes o después, debido a las irregularidades del calendario gregoriano, como los años bisiestos”.

Hoy, con unos cuantos años más en el cuerpo, os propongo este reto, no hay cuota de inscripción ni roadleader, aunque si recompensa (personal, se entiende), os animo a que experimentéis la sensación de acompañar al sol en su día más largo, os daréis cuenta de lo lejos que queda el anochecer cuando amanece y lo corto se nos ha hecho el día cuando anochece, aunque lo importante es haberlo disfrutado intensamente, como la vida misma.