Supongo que recordaréis un relato mío con respecto a la alevosía de la situación de un vehículo camuflado con el fín de “cazar” el exceso de velocidad.Éste se encontraba después de Tonadirección Vic y estaba justo debajo de un puente, lo cual impedíaapercibir su presencia, eso sí, unos 50 metros antes, ¿se habían olvidado? un rótulo con borde rojo y fondo amarillo de 50 Km/h que correspondía a una obra que ya no existía.

Lo bueno del caso es que ese día salía con unos conocidos de Mataró con variopintas marcas de motocicletas y entre las personas que me presentaron había un Mosso de Escuadra, éste con su BMW, con La Moto, particular, como debe ser. Íbamos a un ritmo normal, pero ante las ráfagas de un vehículo que circulaba en sentido contrario, aminoramos lamarcha interpretando, deduciendo,la existencia de un camuflado. Al final, lo encontramos y al menos yono fuí “retratado”. Lo bueno es que ese Mosso de Escuadra, queyo no conocía de nada, al llegar a laprimera salida, la cogió, acompañado de otro colega, pregunté que pasaba y me dijeron que quizás lo había cazado, se había cabreado y que habíadado la vuelta.

Y tanto que dió la vuelta, se dirigió al encuentro de sus compañeros “camuflados” y por lo que contó,tuvieron un breve cambio de impresiones.

Total, durante el almuerzo nos comentóque tenían instrucciones de camuflarse muy bién y aprovecharse del descuido de ese letrero en concretodelMOPU o de quién fuese.

Perdona Joaquín, dicen aquello de que una imagen vale más que mil palabras

Vale, bueno y ¿de acuerdo?.