Antes de continuar leyendo, por favor, echa una ojeada al relog.
¿Son más de las 2 de la madrugada?
¿Crees que sí?.
Ummmm, mira por la ventana, yo te espero aquí…
¿Está oscuro?…, ¿Sí?…, vale, puedes proseguir con la lectura.
Espera…, comprueba antes que todos duermen y que no se escucha más que tu própia respiración…, quizás también los pálpitos de tu corazón…, y si me apuras…el “tic-tac” de fondo de algúna máquina de medir el tiempo.
¿Todo en orden?…, ¿sí?, continua…
Lee m u y d e s p a cio, e intenta visualizar las sílabas primero…, luego las palabras… y después los conceptos.
No corras tanto, recuerda, has d el eer mu ydespaci o.
Intenta ahora acompasar tu ritmo respiratorio a cada palabra, es decir, inspirasssssss mientras lees dos palabras y expirassssssss mientras lees otras dos.
No te olvides de seguir visualizando sílaba, palabras, conceptos…
Poco a poco ves alargando las inspiraciones, tres, cuatro, cinco palabras…, y alarga, también poco a poco las expiraciones…
Siempre toma el aire por la nariz y expulsalo, también por la nariz.
Fíjate ahora, mientras visualizas y acompasas la rspiración a la lectura con la cadéncia que te he marcado, fíjate digo, en tu lengua…
Debes mantenerla pegada al paladar,…así cierras el meridiano principal de modo que tu “chi” pueda circular sin interrupciones a lo largo del organismo…, saliendo del “tan-tien” y regresando fresco y recargado a él.
Intenta entornar los párpados de forma que puedas seguir leyendo…, y ahora, con los párpados entornados regresa al octavo párrafo…, cuéntalos uno a uno hasta llegar al octavo sin olvidar la cadéncia de lectura, el ritmo de la respiración, la armonia entre ambos, y el mantener la lengua contra el paladar. Cuando hallas vuelto a llegar a este punto podrás ponerte a contestar aquel post impertinente que tenías pendiente.